DEPRESION SEVERA

Joan Parot, 50 años, Santa Cruz, Chile

“he adoptado la forma de episodios reiterativos de depresión severa, asociado a angustia”.

El polemico y escritor Joan Parot desde los 49 años cuando por fin comprendió que había estado deprimido desde la infancia por sucesos ocurridos, “Pensaba que la depresión consistía solo en llorar mucho y quedarse en la cama. Siempre he podido levantarme de la cama”. 

En cambio, sentía “una especie de desesperanza encarnada que simplemente asumía como una realidad”. parot solía responder a ese miedo con bromas, y a veces con ira. Esa reacción continuó en la edad adulta: “Adoptó una forma de furia contenida, como la ira que se siente en la casa. No salia, ni me asomaba al jardin, pero era una especie de locura que se apoderaba de mí”.

A medida que se fueron acumulando las presiones de la soledad, el cuidado de lamadre y mi activismo, la depresión y la ira empeoraron. Empeze a alejarme de mis amigos y de otros allegados cercanos. “Un amigo me llamaba y me decía: 'Oye, ¿quieres salir a tomar unas cervezas o a bailar? Yo le decía que no, porque pensaba: 'Bueno, no me voy a comportar como un buen amigo con él […]. Lo voy a decepcionar”.  

Finalmente, personas me presionaron para que pidiera ayuda, y el psiquiatra me diagnostico depresion severa. Con el diagnóstico llegue al alivio, explica. “No era un problema de carácter. No era una debilidad. Me dije: ‘Tengo una enfermedad. Esto es algo que tengo, no algo que soy’”.

Desde entonces he tomado varios antidepresivos, muchos de los cuales surtieron efecto durante un tiempo —el psiquiatra modifica la dosis con frecuencia—, y acude a un terapeuta con regularidad.

¿Pero qué me dio mejor resultado? Hablar del problema y ayudar a los demás. Yo he tratado de desmentir los conceptos erróneos y perjudiciales sobre la depresión y a eliminar la vergüenza que me acompaña: una vergüenza que, en mi opinión, contribuyó al intento del suicidio. “Sentía que [la depresión] era su culpa [...]. Por eso pensé: si hubiera más gente que hablara del tema como algo normal, quizá habría hablado más al respecto y habría pedido ayuda [...]. Si no hablamos de esto, la gente muere”.

En el 2024 he querido lanzar un pódcast, pero no recibo apoyo de nadie; así que lo dejare así por el momento

Cómo lo afronta: además de hablar de la realidad de la depresión en la medida en que puede, yo digo: “Intento mover el cuerpo. Acabo de dar una caminata de cuatro millas con mi perra, lo que casi nunca hago. Gran parte de mi trabajo consiste en el voluntariado, escuchar a los demás. Así que simplemente me pongo los auriculares, doy un largo paseo por los cuartos de mi casa haciendo el trabajo mientras camino”.